Fuimos a ccenar por el aniversario de mis padres y había un espectáculo de ópera. La noche fue única, por la comida y por el recuerdo de lconcierto.
Comida decente, pero lentos como tortugas, aún comunicándoles que teniamos prisa.
Buenísimos los raviolis rellenos de castaña con salsa de manzana reineta. Las lunetas rellenas de foia con salsa de crema y el tiramisu también están muy buenos.
Genial para una cena romántica, con buena comida y ambiente íntimo y agradable. El servicio, muy atento.
Muy rico todo, uno de los mejores italianos que he probado. Y eso por no hablar de la ubicación, está super céntrico, pero sin ruido y jaleo alrededor. Mola la terraza.
